Un hombre trabajaba su campo cuando un día se le escapó su único caballo. Sus vecinos se acercaron y le dijeron “Que mala suerte tienes”, a lo que el hombre respondió “Ya veremos”. Al otro día, su caballo volvió con otros tres caballos salvajes. Los vecinos le dijeron “Que buena suerte tienes”, a lo que él respondió “Ya veremos”. Al día siguiente, su joven hijo intentó montar uno de los caballos salvajes. No pudo y se cayó quebrándose la pierna. Sus vecinos le dijeron al hombre “Que mala suerte tienes”, a lo que él respondió “Ya veremos”. A la mañana siguiente, el ejército del Emperador pasaba reclutando gente para la guerra y al ver al hijo del campesino con la pierna quebrada siguieron de largo. Los vecinos le dijeron “Que buena suerte tienes”, el hombre respondió “Ya veremos”.
La vida está llena de idas y venidas. Muchas cosas malas terminan resultando bien, es necesario ver las cosas bajo la perspectiva adecuada.
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